Lo que no debes pedirle a la IA

Por Juan Pablo Ojeda

 

El uso de inteligencia artificial generativa, como Gemini, el modelo desarrollado por Google, ha cambiado radicalmente la manera en que nos relacionamos con la tecnología. Hoy en día, estas plataformas no solo responden preguntas complejas al instante, también ayudan a redactar textos, organizar viajes o resolver problemas técnicos. Pero esa facilidad no significa que podamos consultarles cualquier cosa.

La potencia de estas herramientas viene acompañada de límites técnicos, éticos y legales. Por eso, es importante conocer qué tipo de preguntas no deberíamos hacerle nunca a una IA como Gemini. No se trata solo de evitar respuestas erróneas, sino de proteger nuestra seguridad digital, la privacidad de otros y mantenernos dentro de los márgenes del uso responsable.

Aquí te comparto seis tipos de consultas que conviene evitar completamente:

Primero, nunca proporciones ni pidas datos personales, ya sean tuyos o de alguien más. Incluir información como tu CURP, cuentas bancarias o direcciones puede parecer inofensivo, pero siempre existe el riesgo de dejar rastros. Y si estás pidiendo datos de terceros, además de ser poco ético, puedes caer en una violación directa de leyes como la Ley de Protección de Datos Personales en México o el GDPR en Europa.

Segundo, no intentes acceder a cuentas o mensajes privados a través de una IA. Las plataformas como Gemini están diseñadas para rechazar cualquier intento de hackeo o espionaje digital. Buscar vulnerar la privacidad de otros no solo es inútil: es ilegal.

Tercero, evita cualquier contenido ofensivo, violento o discriminatorio. Las IA modernas tienen filtros para no promover discursos de odio, racismo, sexismo o violencia. Pero si insistes en esas solicitudes, corres el riesgo de contribuir a un entorno tóxico e, incluso, de violar los términos de uso.

Cuarto, nunca pidas instrucciones para hacer algo ilegal. Desde fabricar drogas hasta evadir impuestos o hackear redes, cualquier consulta con fines delictivos será bloqueada por la IA. Además, queda un registro digital, lo que podría traerte problemas mayores.

Quinto, si bien Gemini puede ofrecerte información general, no está capacitada para dar diagnósticos médicos ni asesoría financiera personalizada. No sustituye a un doctor, psicólogo o contador. Confiar en una IA para tomar decisiones críticas en salud o economía puede tener consecuencias serias.

Y por último, no esperes que te diga el futuro ni que tenga opiniones personales. Estas plataformas no tienen conciencia ni emociones. Cuando te responden sobre decisiones sentimentales o el destino, lo hacen con base en patrones de texto, no con sabiduría real. Así que lo mejor es mantener la IA como una herramienta, no como un oráculo.

En resumen, la IA generativa llegó para quedarse y tiene un enorme potencial. Pero como toda herramienta poderosa, requiere criterio y responsabilidad. Saber qué puede hacer (y qué no) es parte del aprendizaje de esta nueva era tecnológica.

Porque en este mundo digital, no todo lo que se puede preguntar, se debe preguntar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *