James Webb revela posible primera generación de estrellas del universo

Por Juan Pablo Ojeda

 

Astrónomos podrían haber identificado, por primera vez, a las estrellas más antiguas del cosmos gracias al telescopio espacial James Webb. Se trata de estrellas de Población III, consideradas las primeras en formarse tras el Big Bang y que, según el nuevo estudio, estarían ubicadas en la galaxia LAP1-B, cuya luz viajó 13 mil millones de años antes de llegar a nuestros instrumentos. En otras palabras, la estamos viendo tal como era apenas 800 millones de años después del origen del universo.

El hallazgo fue liderado por Eli Visbal, investigador de la Universidad de Toledo, quien afirmó que las características observadas coinciden con lo que la ciencia ha teorizado durante décadas sobre estas estrellas primordiales. Detectarlas es especialmente complejo porque son extremadamente antiguas, masivas y efímeras, por lo que hasta ahora solo se conocían por modelos teóricos.

Para lograrlo, el James Webb necesitó dos elementos decisivos: su sensibilidad infrarroja y una lente gravitacional natural, un fenómeno predicho por Einstein que ocurre cuando la gravedad de un cúmulo de galaxias curva y amplifica la luz de objetos aún más distantes. En este caso, la luz de LAP1-B fue magnificada 100 veces por el cúmulo MACS J0416.1-2403, ubicado a unos 4,300 millones de años luz de la Tierra. Sin esa “lupa cósmica”, la galaxia habría sido imposible de detectar.

LAP1-B presenta las señales esperadas de un entorno donde pudieron formarse estrellas de Población III: un halo de materia oscura y restos de enriquecimiento químico causados por explosiones de supernovas tempranas. Además de Visbal, participaron en la investigación Ryan Hazlett y Greg Bryan, especialistas en evolución galáctica y astrofísica computacional.

Aunque el equipo considera que todo apunta a que estamos ante la primera evidencia directa de estas estrellas, aún falta la confirmación final. Si se valida, sería uno de los descubrimientos más importantes en la historia de la astronomía moderna. La investigación fue publicada en The Astrophysical Journal Letters a finales de octubre.

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