La Selección Mexicana ya tiene definidos a los 26 jugadores que defenderán el título de la Copa Oro 2025 a partir del 14 de junio, y entre los nombres más destacados de la convocatoria figura el regreso de Guillermo ‘Memo’ Ochoa. El veterano guardameta, actualmente en el AVS de Portugal, vuelve a enfundarse la camiseta nacional en una competencia oficial tras su última participación en noviembre pasado, durante los cuartos de final de la Liga de Naciones de la Concacaf.
El técnico Javier ‘Vasco’ Aguirre ha sorprendido al incluir a Ochoa entre los tres porteros elegidos, junto a Luis Ángel Malagón (América) y Raúl Rangel (Guadalajara). En esta ocasión, el estratega se decantó por la experiencia del arquero cinco veces mundialista, dejando fuera al joven Álex Padilla, del club Universidad Nacional, quien figuraba entre los 35 futbolistas convocados inicialmente para la concentración.
Durante una semana de entrenamientos, el cuerpo técnico evaluó el desempeño de los preseleccionados, y tras analizar el rendimiento y estado físico de cada jugador, se tomó la decisión de reducir la nómina a los 26 definitivos. Entre las ausencias más notables se encuentran Henry Martín, Hirving Lozano y Jesús Angulo, todos marginados por lesiones. Además, Emilio Lara, Juan Sánchez Purata, Gilberto Sepúlveda, Ramón Juárez y Jeremy Márquez quedaron fuera de la lista final, aunque continuarán concentrados para disputar dos partidos amistosos ante Suiza y Turquía, los días 7 y 10 de junio respectivamente, en Estados Unidos.
El Grupo A de la Copa Oro está conformado por México, República Dominicana, Surinam y Costa Rica. En esta edición, el equipo mexicano mezcla juventud con experiencia, con jugadores que militan tanto en la Liga MX como en clubes europeos. Entre los convocados destacan figuras como Edson Álvarez (West Ham), Santiago Giménez (AC Milan), Orbelín Pineda (AEK Atenas) y Johan Vásquez (Genoa), además de nuevos talentos como Mateo Chávez (AZ Alkmaar) y Gilberto Mora (Tijuana), quienes buscan consolidarse en el esquema nacional.
El regreso de Ochoa no solo aporta liderazgo dentro del campo, sino que representa una apuesta por la estabilidad defensiva en un torneo donde el margen de error es mínimo. Su inclusión refuerza un grupo que, aunque joven en varias líneas, pretende mantener la hegemonía regional en la Concacaf.
Con esta convocatoria, el ‘Vasco’ Aguirre da señales claras de su estrategia: combinar experiencia con sangre nueva, y formar un bloque competitivo capaz de revalidar el título. El reto está planteado, y el regreso de Memo Ochoa simboliza la unión entre pasado y presente de una Selección Mexicana decidida a triunfar.
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