Fraude judicial y castigo en las urnas: El PAN prende las alarmas tras elección

Por Bruno Cortés

 

En México, cuando la política se pone densa, lo que no se dice pesa tanto como lo que sí. Y esta semana, Elías Lixa Abimerhi, coordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, no se guardó nada. Desde el Senado, y acompañado por figuras como Ricardo Anaya y Enrique Vargas, Lixa acusó que la elección de personas juzgadoras realizada el pasado domingo 1 de junio fue, simple y llanamente, “una marranada” orquestada por Morena.

La frase fue fuerte, pero no fue la única. Según el diputado panista, lo que vimos el domingo no fue una victoria democrática, sino un “fraude judicial” que, de entrada, tiene un dato clave: más del 90% de las y los ciudadanos no fueron a votar. Eso, para Lixa, ya lo dice todo. «Ganó la abstención, no hay una candidatura con respaldo suficiente», dijo, subrayando que ni con todo el aparato movilizado, ni con los famosos acordeones repartidos por todos lados, Morena pudo legitimar la elección.

¿Y por qué tanto escándalo? Porque, a ojos del PAN, esta supuesta elección judicial es parte del plan de Morena para controlar al Poder Judicial, disfrazándolo de una reforma “popular”. Lixa lo resume con dureza: no se trata de acercar la justicia a la gente, sino de simular que se hace, mientras desde el poder se acomodan las piezas. “No vamos a permitir que siga esta catástrofe del Poder Judicial”, sentenció.

Pero no todo fue sobre jueces. El diputado también abordó otro tema caliente: las elecciones locales en Veracruz. El PAN acusó a operadores de Morena de intentar meterse ilegalmente a una bodega de paquetes electorales en Boca del Río, un bastión panista. Van a pedir al OPLE y a la FGR que investiguen y, si se requiere, intervengan. Y ya lanzaron advertencia: “Ni se atrevan a intentar robar lo que se ganó legítimamente en las urnas”.

En el mismo tono confrontativo, Lixa acusó que Morena está en crisis. Según él, ni siquiera lograron juntar los votos que tuvo AMLO en su revocación de mandato, y en estados como Durango y Veracruz perdieron terreno. “No pueden justificar esta vergüenza ni con discursos ni con maniobras”, soltó.

Y como si no hubiera suficiente con lo local, también tocó un tema internacional: el anuncio de Estados Unidos sobre imponer un arancel del 50% al acero y aluminio mexicanos. Para el PAN, este golpe económico es el resultado de una política exterior débil y de un gobierno que, en vez de negociar con inteligencia, “se conforma con bailar en el Zócalo”.

Con todo esto, el PAN lanza un mensaje doble: por un lado, se posicionan como un dique frente a la reforma judicial de Morena; por otro, denuncian lo que consideran un proceso electoral amañado y una política exterior que deja a México desprotegido. Para Lixa y su bancada, la elección del 1 de junio no legitimó nada. Más bien, marcó un momento en que la gente dijo “basta”, no con el voto, sino con la ausencia.

Lo que sigue es una batalla en el Congreso, en las cortes y probablemente en las calles. Porque si algo dejó claro este capítulo es que, en la política mexicana, nada está escrito y cada elección puede ser un nuevo parteaguas… o una nueva crisis.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *