El vino es mucho más que una bebida: es el resultado de un trabajo minucioso, de la paciencia de la tierra y del talento humano que convierte cada uva en un elixir digno de los dioses. Aunque Nayarit es reconocido principalmente por sus playas, pueblos mágicos y naturaleza exuberante, en los últimos años también ha comenzado a escribir su propia historia dentro del mundo vitivinícola mexicano.
La parada obligatoria para descubrir este universo es Meseta del Cielo, el primer viñedo del estado. Ubicado en la sierra del municipio de Jala, dentro de la Cofradía de Juanacatlán, este proyecto nació en 2019 con la plantación de parras traídas desde Europa. Entre todas, fueron la Syrah y la Macabeo las variedades que mejor se adaptaron al ecosistema nayarita.
En 2022 se presentó la primera añada, y un año después el viñedo abrió sus puertas al público con recorridos, catas y degustaciones que permiten conocer de cerca la ciencia del vino mientras se disfrutan paisajes de montaña espectaculares. Su calidad ha sido reconocida a nivel nacional: la uva Syrah de las cosechas 2022 y 2024 fue incluida en el Top 99 Vinos Mexicanos de la Revista Cava. Además, la creatividad local se refleja en Santa Sirena, un vino original elaborado con base de jamaica.
Las visitas guiadas a Meseta del Cielo se realizan todos los sábados y domingos de 11:00 a 16:30 horas, convirtiéndose en un plan perfecto para combinar cultura, naturaleza y gastronomía.
Pero la experiencia vinícola en Nayarit no termina ahí. En la costa, el Insu Sky Bar del Hotel & Spa Marival Distinct invita a brindar desde las alturas con una carta de vinos selecta, atardeceres de ensueño y un menú de tapas para maridar con copas y cócteles artesanales.
En Nuevo Nayarit, The Wine Corner Wine Bar & Restaurant ofrece una atmósfera más relajada, con asientos al aire libre, vinos internacionales y europeos acompañados de platillos especialmente diseñados para realzar cada nota de la bebida. La atención personalizada y la ambientación del lugar hacen que cada visita se sienta especial.
En Punta de Mita, la propuesta alcanza un nivel gourmet con Tuna Blanca, restaurante del célebre chef Thierry Blouet, miembro de la Academia Francesa Culinaria. Frente al mar, se sirven platillos como camarones temazcal, pulpo a las brasas, atún sellado en costra de semillas o ceviches frescos, acompañados de vinos cuidadosamente seleccionados, entre ellos el Rosé Thierry (Merlot, Sauvignon Blanc, Tempranillo Cabernet Sauvignon y Rosé Grenache).
De los viñedos en la sierra a los bares frente al Pacífico, Nayarit demuestra que el vino puede ser tan protagonista como sus playas y montañas. Estos espacios forman parte de las “25 razones por las que Nayarit es el destino para visitar en 2025”, y confirman que la cultura vinícola llegó para quedarse en esta joya del occidente mexicano.
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