Francia destinó una enorme cantidad de recursos públicos para organizar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024. De acuerdo con un informe preliminar del Tribunal de Cuentas de Francia, el gasto proveniente del dinero público alcanzó casi los 6 mil millones de euros, siendo una de las inversiones más significativas en la historia reciente del país para un evento deportivo de esta magnitud.
La mayor parte de este gasto se enfocó en el desarrollo de infraestructuras, que requirieron 3.200 millones de euros para preparar la ciudad y adecuar las instalaciones deportivas y urbanas. El resto del presupuesto, unos 2.770 millones de euros, se destinó a los llamados “costes organizativos”, entre los que se incluyen 1.400 millones de euros exclusivamente para el dispositivo de seguridad que garantizó la protección de los asistentes, atletas y ciudadanos durante las competencias.
Este gasto público no fue el único recurso involucrado en la organización de París 2024. Los Juegos también contaron con un presupuesto operativo adicional de 4.400 millones de euros, financiados principalmente a través de patrocinios, ingresos por venta de boletos y derechos de transmisión.
Según el Banco de Francia, el evento tuvo un impacto económico positivo, aunque breve. Durante el tercer trimestre de 2024, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos contribuyeron a un aumento del 0,25% en el Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Este crecimiento fue impulsado por actividades como la venta de entradas, el turismo, los servicios de alojamiento y restauración, así como las obras públicas relacionadas con el evento. Sin embargo, este efecto económico fue pasajero, ya que no se mantuvo en el último trimestre del año.
El balance financiero de París 2024 deja claro que organizar unos Juegos Olímpicos implica un esfuerzo económico de gran envergadura que, aunque puede aportar beneficios inmediatos a la economía, plantea interrogantes sobre la rentabilidad a largo plazo del uso de recursos públicos en este tipo de eventos.
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