Por Juan Pablo Ojeda
A pocos meses de que arranque la revisión formal del T-MEC, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubón, puso sobre la mesa una exigencia clara al gobierno de Estados Unidos: certeza comercial y arancelaria durante el proceso. En un mensaje que apunta directamente a la nueva administración de Donald Trump, Ebrard recordó que México ha cumplido con las condiciones exigidas por la Casa Blanca en temas clave como migración y seguridad fronteriza, y que ahora toca respetar los compromisos del tratado.
El llamado se dio tras su participación en la Firma del Convenio de Colaboración del Comité Educativo de Minería México 2025, donde Ebrard reveló que la presidenta Claudia Sheinbaum le encomendó gestionar un acuerdo “en el corto plazo” con EE.UU. para proteger la estabilidad del comercio bilateral.
“México ha cumplido. Ahora el tema es que tengamos certidumbre de aquí a que se hace la revisión del tratado, certidumbre respecto a tarifas y de los temas comerciales que ustedes ya conocen”, declaró el funcionario. Añadió que ya está esperando fecha para reunirse con autoridades estadounidenses y espera que dicha reunión se confirme esta semana.
El proteccionismo ha sido una constante en la política económica de Trump, especialmente con el uso de aranceles como herramienta de presión. Aunque el T-MEC ha blindado a México en buena medida, recientemente han vuelto los sobresaltos: se impusieron tarifas al acero y aluminio mexicano, lo que ha encendido alertas en Palacio Nacional.
Desde que asumió la presidencia, Sheinbaum ha intentado negociar la suspensión de estas tarifas, sin éxito hasta ahora. Por eso, Ebrard insistirá en la buena voluntad mostrada por México, no solo en lo económico, sino también en temas como migración y combate al tráfico de drogas.
“México ya hizo el esfuerzo que le correspondía en migración. Hay un avance considerable, de hecho, no tiene precedentes. Se han reducido de manera importante los aseguramientos de fentanilo en la frontera, según las propias cifras de Estados Unidos”, sostuvo Ebrard.
En paralelo a estas gestiones, el funcionario adelantó que el próximo 24 de junio tendrá una reunión clave en Arizona, donde abordará con sus contrapartes el tema de los semiconductores, una industria vital para la seguridad económica de Norteamérica.
Con la revisión del T-MEC en el horizonte y los vientos políticos cambiando de dirección en Washington, México busca reafirmar su posición como socio confiable y estratégico, cuidando que las tensiones políticas no afecten el flujo comercial ni el desarrollo económico regional.
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