Por Juan Pablo Ojeda
Kristin Cabot, hasta hace unos días directora de Recursos Humanos de la empresa tecnológica Astronomer, presentó su renuncia después de protagonizar una escena que combinó música, romance y mucha incomodidad… todo en plena Kiss Cam durante un concierto de Coldplay.
La noche parecía perfecta en el Gillette Stadium, hasta que las cámaras enfocaron a Cabot y al entonces CEO de la empresa, Andy Byron, abrazados y muy cariñosos mientras disfrutaban del concierto. Lo que pudo ser una escena romántica más, rápidamente se convirtió en un escándalo corporativo, ya que ambos ejecutivos están casados con otras personas.
La situación estalló en redes sociales cuando el video fue replicado miles de veces. En la pantalla gigante del estadio, se pudo ver cómo Cabot intentaba cubrirse el rostro y Byron se agachaba para no ser visto, justo antes de que el vocalista de la banda, Chris Martin, bromeara desde el escenario:
“O bien tienen una aventura o simplemente son muy tímidos”, soltó ante las carcajadas del público.
Horas después, TMZ publicó otro video donde ambos aparecen besándose, abrazándose y cantando como pareja consolidada mucho antes de aparecer en la Kiss Cam, lo que terminó de confirmar lo que ya era evidente: había algo más que nervios.
Las consecuencias no se hicieron esperar. La compañía colocó a Cabot y Byron en licencia administrativa mientras abría una investigación interna por posible conducta inapropiada en el entorno laboral. Pero antes de que concluyera, ambos decidieron presentar su renuncia voluntaria: Byron lo hizo el 19 de julio, y ahora, menos de una semana después, Cabot también salió de la empresa.
Más allá del drama empresarial, las repercusiones llegaron al plano familiar. Según reportes del New York Post, Kristin Cabot está casada con Andrew Cabot, CEO de Privateer Rum, con quien comparte una mansión valuada en más de 2 millones de dólares. Por su parte, Andy Byron está casado con Megan Kerrigan Byron, con quien tiene dos hijos.
En medio de las especulaciones, usuarios en redes notaron un detalle significativo: Megan eliminó el apellido “Byron” de su perfil, lo que desató rumores sobre una posible separación.
De romance en la Kiss Cam a renuncias en serie, el escándalo dejó más que un momento viral: puso sobre la mesa una vez más los límites entre la vida personal y la profesional… y los riesgos de las cámaras en eventos masivos.
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