Cuando las mujeres toman el Congreso… pero para cambiarlo

Por Bruno Cortés

 

No se trató de discursos vacíos ni de fotos para redes sociales. Durante dos días, mujeres de distintas partes del Estado de México tomaron el Congreso de la Unión, pero no para protestar, sino para proponer, construir y aprender a legislar. Fue parte de la Incubadora Legislativa “Mujeres en Acción”, un ejercicio impulsado por la diputada Teresa Ginez Serrano, del PAN, que buscó algo muy claro: formar una red de mujeres preparadas y comprometidas con sus comunidades.

Y es que, como dijo la propia diputada, a este país le urgen más mujeres que conozcan de leyes, que se atrevan a proponer y que, sobre todo, amen a México desde la acción, no desde la queja.

Durante el evento, las participantes —todas provenientes del Estado de México— presentaron propuestas en temas que sí afectan la vida diaria: salud, economía, trabajo y educación. Nada de promesas al aire, sino ideas pensadas desde el territorio, desde la experiencia de quien vive las carencias y quiere resolverlas, no solo señalarlas.

La legisladora panista fue clara: no basta con buenas intenciones. Hace falta formación, valentía y colaboración entre mujeres, especialmente en un espacio como el Congreso, que históricamente ha estado dominado por hombres y donde las mujeres, aunque ya tienen presencia, siguen luchando por espacios reales de toma de decisiones.

Ginez Serrano insistió en que su trabajo no se queda en el discurso. Dijo que ha impulsado diversas estrategias de participación ciudadana enfocadas en abrir caminos para que más mujeres se involucren en la política y la vida pública, desde lo local hasta lo nacional. Y eso incluye empujar a que aquellas que hoy participan desde sus municipios algún día puedan ser diputadas o senadoras.

Más que un evento simbólico, la Incubadora Legislativa fue un espacio de formación política real, donde se habló de cómo se hace una iniciativa, cómo se puede influir desde el poder legislativo y, sobre todo, de cómo trabajar en red entre mujeres. Porque como bien dijo la diputada: “México necesita mujeres preparadas, valientes y que amen este país”.

Y no es discurso feminista de ocasión. Es una apuesta concreta por fortalecer el liderazgo de mujeres que ya están haciendo trabajo en sus comunidades, pero a quienes pocas veces se les da el lugar o la voz. De eso se trata: de pasar de la denuncia a la propuesta, del taller al pleno, de la lucha individual al cambio colectivo.

En un país donde todavía hay muchas barreras para que las mujeres lleguen al poder (y lo ejerzan sin ser cuestionadas por su género), este tipo de iniciativas no solo son necesarias, son urgentes. Porque cuando las mujeres toman el Congreso… no es para adornarlo, es para transformarlo.

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