Usar perfume es parte de la rutina de muchos, pero en verano, cuando el calor aprieta, el aroma tiende a desaparecer más rápido de lo deseado. Esto ocurre porque las altas temperaturas aceleran la evaporación de las partículas aromáticas en la piel. Sin embargo, existe un truco muy sencillo pero efectivo que puede prolongar la duración de la fragancia durante todo el día, sin tener que aplicar más cantidad o cambiar de producto.
De acuerdo con el medio italiano Salussola News, el secreto reside en preparar adecuadamente la piel antes de perfumarnos. La clave está en la hidratación. Según el farmacéutico de la Farmacia San Matteo, en Pavía (Lombardía), cuando la epidermis está reseca, el aroma se disipa con mayor rapidez. Por el contrario, una piel bien hidratada actúa como una base que retiene las partículas de la fragancia y ralentiza así tanto la evaporación como la dispersión en el aire.
Este procedimiento es más sencillo de lo que parece. Primero, se recomienda aplicar una crema corporal, de preferencia sin aroma o de la misma línea de la fragancia, justo antes de perfumarte. Esto proporciona una base más húmeda y receptiva en la que el perfume puede adherirse. Además, aplicar primero la crema en la mano y luego añadir varias gotas de la fragancia puede dar lugar a una mezcla más durable en la epidermis, aumentando así la longevidad de la aplicación.
Este truco funciona tanto para las concentraciones más potentes, como el eau de parfum, como para las más ligeras, como el eau de toilette. La aplicación también es importante: el lugar elegido puede marcar una diferencia en el resultado. Por eso, el experto de Pavía aconseja aplicar el perfume en zonas más cálidas del cuerpo, como detrás de las orejas, en el cuello o en las muñecas, justo después de la ducha cuando la piel aún está ligeramente húmeda pero sin exceso de agua.
Este método tiene varias ventajas. Por un lado, proporciona una duración prolongada de la fragancia sin tener que aplicar más cantidad. Por otro, evita tener que llevar el frasco en el bolso o tener que retocarte varias veces a lo largo del día. Así, puedes dejar atrás la preocupación de que el aroma se esfume antes de que termine la jornada.
Este truco revela que no se necesitan productos más caros ni más concentrados para prolongar el perfume en la piel. A veces, con una simple base de hidratación podemos darle a nuestra fragancia toda la fuerza que necesita para permanecer con nosotros en los días más calurosos.
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