Brugada entrega viviendas sustentables en Coyoacán

Por Juan Pablo Ojeda

 

En el corazón de Coyoacán, en la colonia Pedregal de Santo Domingo, el Gobierno de la Ciudad de México entregó 196 viviendas sustentables como parte de su estrategia para garantizar el acceso a vivienda digna, ecológica y asequible. El acto fue encabezado por la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, quien reafirmó que una de las prioridades de su administración es que las familias puedan vivir cerca de donde nacieron, trabajan y estudian, sin ser expulsadas por los altos precios del mercado inmobiliario.

Estas viviendas, construidas bajo el esquema del Instituto de Vivienda (INVI), marcan un cambio de fondo: los beneficiarios no pagarán más de lo que originalmente fue aprobado. Adiós a los “excedentes” que, en el pasado, terminaban golpeando el bolsillo de las familias más vulnerables.

Cada departamento tiene 62 metros cuadrados, dos recámaras, estancia-comedor, cocina, baño y área de servicio. Además, cuentan con calentadores solares y sistemas de captación de agua de lluvia, lo que reduce el impacto ambiental y permite ahorrar en servicios básicos. Todo esto se inscribe en el programa “Vivienda Social Sustentable”, con el que el gobierno capitalino busca realizar más de 200 mil acciones de vivienda durante el sexenio.

El precio estimado de cada unidad fue de 850 mil pesos, pero gracias al nuevo esquema, las familias solo pagarán cuotas mensuales accesibles, sin intereses, sin bancos y sin letras chiquitas. Es el propio gobierno quien financia, y lo hace con una visión social y de justicia urbana.

Este giro en las reglas del INVI es especialmente relevante: el 60% de quienes buscan vivienda en la CDMX no puede acceder al mercado privado, ya sea por ingresos bajos, informalidad laboral o simplemente por la especulación inmobiliaria que ha elevado el precio del suelo a niveles inalcanzables.

La política de vivienda presentada hoy es, en palabras de Brugada, una apuesta por el derecho a la ciudad. No se trata solo de construir casas, sino de detener el desplazamiento forzado de familias hacia la periferia, garantizando que puedan seguir formando parte de la vida activa de la capital.

Con estos desarrollos sustentables, el gobierno no solo responde a una necesidad urgente de vivienda, sino que también rompe con un modelo excluyente y abre paso a una nueva etapa en la planeación urbana de la CDMX: más justa, más verde y más humana.

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