Por Juan Pablo Ojeda
Un viaje turístico que debía ser una experiencia memorable terminó en tragedia este viernes en Nueva York. Un autobús que transportaba a 54 personas, la mayoría de origen filipino, chino e indio, sufrió un aparatoso accidente en la autopista Interestatal 90, a la altura de Pembroke, a unos 40 kilómetros de Buffalo. El saldo, hasta el momento, es de cinco personas fallecidas y más de 40 heridas, algunas de gravedad.
Según reportes de la Policía Estatal de Nueva York, el autobús regresaba de un recorrido por las famosas Cataratas del Niágara cuando ocurrió el percance. Las primeras investigaciones apuntan a que el conductor, quien sobrevivió y está colaborando con las autoridades, perdió el control del vehículo al intentar evitar chocar con el arcén de la carretera, tras una supuesta distracción.
Las autoridades descartan, por el momento, una falla mecánica o una incapacidad física del conductor. No se ha revelado públicamente la identidad de los fallecidos, pero se ha confirmado que todos son adultos.
La magnitud del accidente movilizó rápidamente a los servicios de emergencia del estado. Tres helicópteros y varias ambulancias terrestres fueron desplegados para atender a los heridos, quienes fueron trasladados a distintos hospitales de la región. Se ha informado que al menos dos personas requieren cirugía por fracturas expuestas, y permanecen en estado crítico en un hospital público de Buffalo.
Este tipo de viajes en autobuses turísticos entre Nueva York y las Cataratas del Niágara es muy común entre grupos de turistas internacionales, especialmente de Asia, que buscan conocer una de las maravillas naturales más emblemáticas de Norteamérica.
La zona del accidente estuvo cerrada durante varias horas mientras se realizaban los trabajos de rescate, limpieza y recopilación de evidencia por parte de las autoridades locales, estatales y federales.
Las investigaciones seguirán en curso para determinar con precisión qué originó el accidente y si existen responsabilidades legales, aunque de momento todo apunta a un error humano. Mientras tanto, las embajadas de los países involucrados ya han sido notificadas para brindar apoyo consular a las víctimas y sus familias.
Este trágico incidente pone nuevamente sobre la mesa la importancia de revisar los protocolos de seguridad en servicios de transporte turístico y las condiciones bajo las que operan muchas de estas empresas, especialmente cuando están involucradas rutas largas y grupos internacionales.
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