La organización de closets se ha convertido en uno de los nichos comerciales más relevantes para las viviendas urbanas en México, donde el crecimiento de departamentos compactos y hogares multifamiliares ha provocado nuevos retos de almacenamiento. Durante la última semana, este sector destacó como tendencia entre consumidores que buscan mejorar su productividad diaria y reducir el desorden generado por espacios limitados.
En ciudades como la CDMX, Monterrey y Guadalajara, la falta de metros cuadrados destinados al almacenamiento ha llevado a que el desorden se vuelva un problema cotidiano. Ropa acumulada, accesorios sin lugar asignado y closets compartidos han provocado que las mañanas se conviertan en episodios de estrés, afectando la puntualidad laboral y el bienestar general de los habitantes.
Para enfrentar esta situación, especialistas en organización recomiendan aplicar el método de rotación estacional, que consiste en dividir la ropa por temporada y guardar prendas de invierno en bolsas al vacío durante los meses cálidos. Esta técnica permite liberar hasta un 40% del espacio disponible, facilitando el acceso a las prendas de uso frecuente y reduciendo la saturación visual dentro del closet.
Otra recomendación es aprovechar las áreas verticales mediante estantes colgantes, zapateros y organizadores que se instalan en la parte interna de las puertas. Esta estrategia ha ganado popularidad en departamentos pequeños al permitir el uso de zonas antes desaprovechadas, especialmente para artículos como bufandas, cinturones, gorras o bolsos.
En regiones donde el clima es variable, como Guadalajara, se sugiere utilizar cajas transparentes con etiquetas para identificar su contenido rápidamente. Este sistema de almacenamiento reduce hasta en un 50% el tiempo que se invierte en buscar prendas específicas, mejorando la eficiencia diaria en hogares con múltiples integrantes.
La integración de divisores modulares dentro de cajones también ha mostrado beneficios significativos. Separar calcetines, corbatas, ropa interior y accesorios pequeños permite mantener el orden por más tiempo y evita que los objetos se mezclen. Además, la aplicación de la regla “uno entra, uno sale” ayuda a evitar la acumulación innecesaria de ropa, impulsando prácticas de donación y consumo más consciente.
El mercado mexicano ha respondido a esta tendencia con una oferta creciente de soluciones personalizadas. Marcas nacionales han desarrollado ganchos multifuncionales, estantes expandibles y sistemas de almacenamiento adaptados a closets compartidos, que permiten optimizar el espacio de forma económica y funcional. Estas propuestas han ganado presencia en plataformas de e-commerce que facilitan compras rápidas y entregas programadas.
Para mantener el orden a largo plazo, especialistas sugieren destinar al menos 10 minutos diarios a doblar, colocar y organizar prendas. Esta rutina breve pero constante transforma el closet en un espacio aliado de la productividad, evitando que el desorden vuelva a acumularse con el paso de las semanas.
Aunque la organización de closets pueda parecer un detalle menor, expertos en bienestar señalan que mantener espacios ordenados tiene efectos positivos en la estabilidad emocional, la claridad mental y la calidad de vida. En un país donde los hogares urbanos enfrentan limitaciones de espacio, estas estrategias se han convertido en herramientas fundamentales para crear ambientes funcionales, accesibles y libres de tensión.
La tendencia confirma que la organización del hogar no solo responde a criterios estéticos, sino también a necesidades prácticas en entornos densos y acelerados. Entre rutinas, creatividad y soluciones adaptadas, los closets mexicanos se transforman en un reflejo de un estilo de vida que busca eficiencia sin renunciar al orden.
















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