Durazo receta medicina millonaria al IMSS-Bienestar en Sonora

En un país donde ir a consulta pública a veces se siente como jugar a la ruleta rusa con el desabasto, Sonora dio una bocanada de aire fresco (y medicado). El gobernador Alfonso Durazo Montaño anunció una inversión histórica de casi 280 millones de pesos para surtir de medicamentos al sistema IMSS-Bienestar, dejando en claro que la salud, al menos en su estado, ya no será tratada como limosna.

Durazo, fiel a su estilo directo y sin rodeos, explicó que 80 millones se irán a la compra inmediata de medicamentos urgentes —los que no dan tiempo de andar esperando licitaciones— como oncológicos, anestésicos y otros fármacos de alto costo. ¿La idea? Crear un «puente de abasto» que evite que los pacientes se queden esperando mientras la burocracia federal se pone al día.

Más medicina, menos simulación

El resto del dinero, 200 millones de pesos, será invertido en una licitación pública para adquirir más de 3.7 millones de piezas de medicamentos que llegarán a hospitales de segundo y tercer nivel. ¿Traducido al español de la calle? Menos recetas sin surtir, menos «vuelva la próxima semana», y más tratamientos reales en tiempo y forma.

En total, serán 1,303 claves nuevas las que se sumarán a las 390 ya adquiridas con la compra directa. Una estrategia que, en palabras del propio mandatario, «garantiza pasos hacia adelante» en la salud pública de Sonora. Porque, como bien dijo, la salud no debe ser privilegio, sino derecho.

Cuando la política no es curita, sino tratamiento de fondo

La jugada no solo implica medicamentos. Es una señal política clara: Durazo se sube en serio al barco del modelo de salud federalizado, y lo respalda con dinero real, no con discursos reciclados. Mientras otros estados miran al cielo esperando que les caiga el abasto desde Palacio Nacional, Sonora decidió adelantarse y poner de su bolsa.

¿La diferencia? En lugar de recetar paciencia, Durazo está recetando soluciones. En vez de escudarse en la transición federal, inyecta recursos y capacidad de gestión local, demostrando que un gobernador puede ser más que una figura decorativa en bata blanca.

La medicina como política pública… no como promesa electoral

Sí, aún falta camino por recorrer. Pero esta inversión no es menor. Habla de una administración que no se conforma con culpar al pasado, sino que actúa en el presente. Porque en salud pública, las promesas no curan el cáncer ni alivian una operación sin anestesia.

Así que, en tiempos donde muchos gobiernos se quejan del sistema sin meterle mano, Sonora se está convirtiendo en el paciente que sí toma su tratamiento en serio. Y eso, para miles de familias, puede marcar la diferencia entre la desesperación… y la esperanza.

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