El Museo de la Ciudad de México, recinto de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, inauguró dos muestras que celebran la creación artística desde sus raíces comunitarias y su fuerza transformadora. Se trata de “45 Años de Resonancia de un Oficicio”, de Salvador Pizarro, y “Reynaldo Olivares: arte y compromiso”, de Martín Reynaldo Olivares, ambas centradas en trayectorias que combinan la tradición artesanal con una profunda visión social.
En conferencia, la Secretaría de Cultura local destacó que estas exposiciones subrayan la importancia del arte como herramienta de resistencia, memoria y construcción colectiva, así como el valor de los procesos comunitarios que acercan a artistas y ciudadanía. De acuerdo con la dependencia capitalina, estas muestras forman parte del compromiso institucional de reconocer y difundir expresiones culturales con arraigo popular.
Una de las inauguraciones más relevantes es “Reynaldo Olivares: arte y compromiso”, no solo por la potencia expresiva de la obra, sino por su origen: la propuesta fue presentada por el artista durante un Martes de Zócalo Ciudadano, espacio impulsado por el Gobierno de la Ciudad de México para abrir el diálogo directo entre habitantes y autoridades. Tras conocer su proyecto, la Secretaría de Cultura brindó acompañamiento para llevarlo a exposición, un ejemplo de cómo este mecanismo amplía oportunidades reales para creadores capitalinos.
Ana Francis Mor, secretaria de Cultura de la Ciudad de México, señaló que el trabajo del maestro Olivares retoma la fuerza histórica del Taller de Gráfica Popular (TGP). “Esta exposición es una reivindicación fundamental, no solo de alguien que emerge de la tradición del TGP, sino de una escuela que ha estado siempre en la crítica y en la resistencia”, afirmó la titular de Cultura, al destacar el valor histórico y ético del grabado.
Reynaldo Olivares Hernández, originario de Xico, Veracruz, pertenece a la tercera generación del TGP. Su obra integra la técnica artesanal del grabado con la expresividad pictórica para narrar historias sociales y comunitarias. A lo largo de su carrera ha producido gráfica para movimientos sociales y organizaciones, con un estilo caracterizado por el contraste, la contundencia visual y una narrativa profundamente humana. La exposición se encuentra en la sala Gabinete de Maravillas, donde se exhiben piezas que reflejan su madurez técnica y su compromiso ético.
En paralelo, el Museo de la Ciudad de México también presenta “45 Años de Resonancia de un Oficio”, de Salvador Pizarro, escultor originario de Azcapotzalco cuya trayectoria está estrechamente vinculada a los oficios tradicionales. Su dominio de la talla directa en madera, mármol y piedra, así como su formación en carpintería, mecánica y trabajo artesanal con comunidades indígenas, han dado forma a una estética profundamente mexicana.
Sobre su obra, la subsecretaria Ana Francis López-Bayghen destacó que “celebrar el trabajo del maestro Pizarro es reconocer la fuerza de un oficio tallado desde la raíz popular, fundamental para el patrimonio artístico de la Ciudad de México”. Con más de veinte esculturas, Pizarro expresa escenas cotidianas, símbolos tradicionales y figuras que evocan la sensibilidad del México profundo. Para él, tallar significa un proceso emocional y artesanal que inicia en la observación del material y culmina en la revelación de formas significativas.
Ambas exposiciones permanecerán abiertas hasta el 28 de febrero de 2026 en el Museo de la Ciudad de México, ubicado en José María Pino Suárez 30, Centro Histórico. El horario es de martes a domingo, de 10:00 a 17:30 horas, con un costo de admisión general de $44, informó la Secretaría de Cultura capitalina.
















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