Por Juan Pablo Ojeda
La cantante estadounidense Taylor Swift anunció este viernes que logró recuperar el control total de su catálogo musical, casi seis años después de que sus derechos fueran vendidos sin su consentimiento al productor Scooter Braun. En una emotiva carta publicada en su página oficial, Swift expresó su alegría y gratitud por esta victoria personal y profesional, destacando el papel fundamental que tuvieron sus seguidores para hacer realidad este sueño.
“He estado rompiendo en llanto de alegría a intervalos aleatorios desde que descubrí que esto realmente está sucediendo. De verdad puedo decir estas palabras: Toda la música que he hecho… ahora me pertenece… a mí”, escribió la estrella del pop, haciendo énfasis en la importancia de este logro después de años de lucha.
El proceso para recuperar su obra fue largo y complicado. En 2019, Braun adquirió el sello Big Machine Label Group, que tenía los másteres de los primeros seis álbumes de Swift. Desde entonces, la cantante denunció públicamente que no se le permitió comprar su catálogo directamente y que la venta se hizo sin su aprobación. Esto motivó a Taylor a comenzar un proyecto pionero: regrabar sus álbumes para obtener el control artístico y económico sobre sus creaciones, lanzando las versiones “Taylor’s Version” que rápidamente tuvieron éxito entre sus fans y la industria.
Swift agradeció especialmente el apoyo de su público durante la gira internacional “The Eras Tour” (marzo 2023 – diciembre 2024), que recaudó más de 2 mil millones de dólares, afirmando que ese respaldo fue decisivo para poder recomprar su música.
“El apasionado apoyo que mostraron a esos álbumes y la historia de éxito en la que convirtieron ‘The Eras Tour’ me permitieron recomprar mi música”, dijo, subrayando el poder de la comunidad que ha construido.
Un año después de la compra inicial, Braun vendió el catálogo a Shamrock Capital sin avisar a Swift. Ahora, fue esta última empresa la que estableció contacto para concretar la operación que devolvió a la cantante los derechos sobre su legado musical. Taylor destacó la transparencia y respeto que Shamrock mostró en todo el proceso.
“Gestionaron cada interacción con nosotros de forma honesta, justa y respetuosa. Para ellos era un negocio, pero sentí que lo veían como lo que era para mí: mis recuerdos, mi sudor, mi caligrafía y mis décadas de sueños. Estoy infinitamente agradecida”, afirmó.
Este anuncio ha trascendido el ámbito musical para convertirse en un símbolo de la lucha por los derechos de los artistas, el control creativo y la justicia en la industria cultural a nivel global, un tema que también resuena en México, donde cada vez más creadores exigen respeto y autonomía sobre sus obras.
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