Por Juan Pablo Ojeda
En un nuevo movimiento de alto perfil, el expresidente de Estados Unidos Donald Trump anunció que este lunes firmará una orden ejecutiva que reducirá entre un 30 % y 80 % los precios de los medicamentos con receta en el país, una medida que, según afirmó, cambiará las reglas del juego para el sistema de salud estadounidense y presionará al resto del mundo a asumir un mayor costo por los mismos productos.
“Voy a firmar una de las órdenes ejecutivas más importantes en la historia de nuestro país. Los costos de los medicamentos y productos farmacéuticos se reducirán, casi inmediatamente”, escribió Trump en su red social Truth Social, donde también anticipó que esta acción beneficiará directamente a millones de estadounidenses que enfrentan dificultades para pagar sus tratamientos médicos.
La estrategia se basa en implementar una “política de la nación más favorecida”, lo que significa que Estados Unidos exigirá pagar por medicamentos el mismo precio más bajo que pague cualquier país desarrollado, forzando así a las farmacéuticas a igualar precios o enfrentar consecuencias, como posibles restricciones o aranceles.
“Estados Unidos será tratado por fin con justicia”, dijo el exmandatario, quien añadió que esta política hará que los países que actualmente pagan menos por los mismos medicamentos empiecen a cubrir parte del costo que ahora recae desproporcionadamente en EE.UU. “Traeremos equidad a América”, aseguró.
La noticia llega días después de que Trump advirtiera sobre nuevos aranceles a productos farmacéuticos importados, con el objetivo de incentivar la producción de medicinas en territorio estadounidense. El mes pasado, también firmó una orden ejecutiva que busca agilizar la aprobación de medicamentos genéricos y mejorar la eficiencia del sistema público de salud Medicare, aunque esa medida incluyó ciertas concesiones a las farmacéuticas.
Trump afirma que la nueva orden permitirá ahorrar “trillones de dólares” a los contribuyentes y reducirá los costos sanitarios “en cifras nunca antes imaginadas”, aunque no detalló cómo se aplicará exactamente la nueva política ni el calendario para su implementación efectiva.
Este anuncio se da en un contexto preelectoral clave, en el que el expresidente busca fortalecer su narrativa de defensa del ciudadano promedio frente a grandes intereses corporativos y gobiernos extranjeros. Su propuesta podría resonar con millones de votantes preocupados por el alto costo de la atención médica, pero también podría provocar tensiones diplomáticas y comerciales, sobre todo con países que actualmente tienen acceso a medicamentos más baratos gracias a negociaciones centralizadas o subsidios.
El impacto real de esta medida aún está por verse, tanto en el mercado farmacéutico global como en la campaña electoral de Trump, pero el mensaje fue claro: Estados Unidos ya no quiere seguir financiando los descuentos del resto del mundo.
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