Por Juan Pablo Ojeda
En una de sus ya habituales conferencias matutinas desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó que su gobierno presentó una demanda contra la empresa Google por haber renombrado parte del Golfo de México como Golfo de América en sus mapas digitales.
Sheinbaum explicó que ya hubo una primera resolución sobre el tema, aunque el proceso sigue en curso. La molestia del Gobierno mexicano radica en que Google habría adoptado sin matices una decisión unilateral del gobierno de Estados Unidos.
“Ya está demandado, ya hubo una primera resolución y se está esperando”, declaró la mandataria. Aclaró que México no se opone al nombre “Golfo de América” en el tramo que corresponde al territorio estadounidense, pero exigió que se respete la nomenclatura internacional para las partes del golfo que pertenecen a México y Cuba.
“El decreto que emitió EE.UU. nombra Golfo de América a la parte continental que le pertenece a ellos, no a todo el Golfo, porque no tienen atribuciones internacionales para hacerlo”, puntualizó Sheinbaum. “Lo que decimos es que Google le ponga Golfo de América donde es Golfo de América, pero no a todo el cuerpo de agua, porque la otra parte es nuestra”, recalcó.
El tema se disparó tras la aprobación en la Cámara de Representantes de Estados Unidos de un proyecto de ley impulsado por la congresista republicana Marjorie Taylor Greene, el cual convertiría en ley una orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump en el inicio de su segundo mandato, renombrando zonas geográficas bajo control estadounidense.
Esa ley ordena que todas las agencias federales en EE.UU. actualicen sus documentos y mapas con el nuevo nombre, pero el Gobierno mexicano advierte que ninguna nación tiene derecho a modificar unilateralmente nombres geográficos compartidos o internacionales.
Sheinbaum aclaró que no ha tocado este tema directamente con Trump, con quien ha tenido contacto telefónico desde que asumió la presidencia. “No lo hemos tocado, pero nuestra postura es clara: no pueden renombrar la parte que pertenece a México”, enfatizó.
Esta controversia pone sobre la mesa los límites del poder de las plataformas digitales globales como Google, cuando se trata de conflictos geopolíticos o decisiones unilaterales de países que afectan el reconocimiento internacional de nombres geográficos.
El gobierno mexicano insiste en que el Golfo de México, tal como lo reconocen acuerdos internacionales, no puede ser modificado unilateralmente por otro país, ni mucho menos reflejado como tal en plataformas digitales sin un consenso regional.















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