Por Bruno Cortés
En la Cámara de Diputados se respiró un ambiente de “hay que ponernos de acuerdo, sí o sí”. El diputado Ricardo Monreal, quien preside la Junta de Coordinación Política, abrió el Primer Encuentro de titulares de los Órganos Internos de Control con un mensaje que, más allá de tecnicismos, va directo al punto: si no hay comunicación entre quienes vigilan el gasto público y quienes toman decisiones, la fiscalización se vuelve una carrera con los ojos vendados.
Monreal explicó que los OIC —esas oficinas que revisan cómo se gasta el dinero dentro de las instituciones autónomas— son piezas clave para que el Congreso pueda cumplir su tarea de vigilar que cada peso tenga un destino claro. Dicho en sencillo: si los diputados no hablan con quienes tienen la lupa cotidiana en los entes autónomos, la revisión del gasto se vuelve lenta, incompleta y hasta inútil. Por eso insistió en que esta coordinación no es un lujo, sino una necesidad para que el aparato público funcione con transparencia y sin duplicar esfuerzos.
El foro, organizado por la Comisión de Vigilancia que encabeza el diputado Javier Herrera Borunda, busca sentar una mesa permanente donde contralores y legisladores compartan información, metodologías y alertas tempranas. Para cualquiera que no siga de cerca estos temas, la lógica es fácil: si los OIC detectan fallas o irregularidades a tiempo, el Congreso puede tomar decisiones más rápidas y eficaces, y no esperar a que los problemas exploten meses después en una auditoría.
Ya en otro tono, al ser consultado por los medios sobre las manifestaciones del fin de semana, Monreal bajó el discurso político a términos muy directos: la violencia no es opción. Dijo que cuando una protesta cruza esa línea, deja de ser expresión legítima y se convierte en un círculo que genera más violencia, más encono y más resentimiento. Llamó a quienes tienen inconformidades a manifestarse, sí, pero sin caer en actos que terminen perjudicando a terceros o que desvíen la atención del reclamo principal.
Sobre el ambiente político y los posibles “cierres de filas” en el Congreso, Monreal fue claro: Morena, el PT y el PVEM respaldarán a la Presidenta de la República frente a ataques que considera injustificados. Recalcó que la mayoría legislativa tiene una ruta compartida y que defenderán la legalidad y la legitimidad del gobierno, porque —según dijo— la estabilidad depende de mantener unidad en torno a las instituciones.
Para el coordinador morenista, la clave es que México no se descuadre en un momento donde las tensiones políticas pueden escalar rápido. Su mensaje final resume la apuesta: diálogo para fiscalizar mejor, calma para protestar y cohesión política para evitar que el ruido externo distraiga de las tareas de gobierno.














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