Los chihuahuas, yorkshire, bichón maltés o pomeranias suelen ser parte de hogares urbanos gracias a su tamaño reducido, lo que los hace ideales para departamentos y espacios pequeños. Sin embargo, ese mismo tamaño provoca que muchos pasen gran parte del tiempo en brazos. Lo que parece un gesto cariñoso puede convertirse en un riesgo para su salud si no se realiza de la manera adecuada.
El veterinario Peter Dobias ha llamado la atención sobre los efectos de cargar mal a los perros pequeños, en especial sobre la columna vertebral. Con una frase contundente resume la importancia del tema: “Tu perro tiene la misma edad que su columna vertebral”. Según explica, muchos animales desarrollan músculos contraídos, torsiones e incluso problemas internos porque sus dueños tienden a levantarlos siempre del mismo lado, dejando la parte trasera colgando y la espalda sin apoyo.
El error más común
Una de las imágenes más habituales —un perro pequeño bajo el brazo, con las patas delanteras estiradas y la parte trasera suspendida— es también una de las posturas más dañinas. Esta forma de cargar fuerza las articulaciones y genera una curvatura anormal en la zona lumbar. Con el tiempo, esa presión repetida puede derivar en dolor de espalda, debilidad en las patas posteriores e incluso alteraciones en órganos como riñones, intestinos o vejiga.
Cómo cargarlos de forma segura
La recomendación es nunca levantar a un perro tirando de sus patas delanteras ni dejar que la parte trasera cuelgue sin apoyo. Lo ideal es crear una “plataforma” con los brazos, de modo que el torso y la espalda queden firmemente sostenidos mientras las patas delanteras se mantienen en una posición natural.
Otra opción segura es sujetar el pecho con una mano y la parte trasera con la otra, evitando que el cuerpo quede arqueado o que los dedos presionen directamente las axilas.
Otros cuidados para su columna
Dobias también aconseja complementar con hábitos diarios que refuercen la espalda:
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Paseos de una a dos horas al día, que fortalecen músculos y articulaciones.
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Alimentación equilibrada, con los nutrientes necesarios para huesos y músculos.
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Evitar que pasen demasiado tiempo en brazos, ya que el mejor lugar para un perro sigue siendo el suelo, donde caminar, correr y explorar mantienen su columna fuerte.
En definitiva, aunque resulte tentador cargar a un perro pequeño constantemente, la clave para que disfrute de una vida larga y saludable está en permitirle moverse y cuidar la forma en que lo sostenemos.
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