Por Juan Pablo Ojeda
La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (Canaco CDMX) lanzó una alerta sobre el impacto que tienen bodegas y plazas chinas en el Centro Histórico, advirtiendo que el comercio local se encuentra en riesgo de desaparecer ante esta expansión.
En un comunicado publicado en su sitio web, Canaco CDMX señaló que sus recientes evaluaciones detectaron más de 600 bodegas y plazas comerciales operadas por empresarios chinos, muchas de las cuales se encuentran en edificios históricos o en estacionamientos convertidos de manera irregular en inmuebles comerciales. Calles como Peña y Peña, Manuel Doblado y Bolivia concentran varios de estos establecimientos, mientras que otras, como la clausurada en Izazaga 89, fueron intervenidas por operar sin permisos y representar riesgos estructurales.
“El peso de la mercancía en inmuebles no diseñados para este uso es un peligro latente”, advirtió la Canaco, que también destacó que algunos de estos lugares han registrado incendios por las condiciones irregulares. Además, el desplazamiento del comercio tradicional ya es evidente: más de 3 mil 500 negocios asiáticos representan el 20% de los establecimientos en la zona, afectando tiendas históricas como boutiques de vestidos de novia o muebles.
El impacto económico es significativo: algunas empresas nacionales reportan caídas de hasta 60% en sus ventas, debido a la llegada masiva de productos chinos, muchos de ellos de dudosa calidad y procedencia, que son descargados por tráileres durante la noche, generando además un fenómeno de gentrificación comercial que desplaza a los residentes. Canaco CDMX alertó también sobre el uso de supuestas organizaciones indígenas como fachada para la venta de estos productos.
Para frenar esta problemática, la Cámara propuso cuatro medidas estratégicas: revisar los usos de suelo y permisos de los inmuebles ocupados por comercios asiáticos, fortalecer la fiscalización aduanera para evitar evasión de aranceles, proteger el comercio local y artesanal mediante campañas de autenticidad y diferenciación, y establecer polígonos de restricción comercial para preservar la vocación habitacional y cultural del Centro Histórico.
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