Científicos descubren que Urano sí emite calor interno

Por Juan Pablo Ojeda

 

Durante décadas, Urano fue considerado el planeta más frío del sistema solar, aparentemente incapaz de emitir calor propio. Sin embargo, nuevos hallazgos liderados por científicos de la NASA y de la Universidad de Oxford acaban de cambiar el guion: Urano sí tiene una fuente interna de calor, aunque más débil que la de su vecino Neptuno.

Este descubrimiento, publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, echa abajo una de las ideas más persistentes desde que la nave Voyager 2 sobrevoló Urano en 1986. En aquel entonces, la medición indicaba que el planeta apenas irradiaba energía, lo cual llevó a la teoría de que no contaba con calor interno. Pero ese único dato, como admiten ahora los científicos, resultó ser insuficiente para una conclusión definitiva.

“Desde el sobrevuelo de Voyager 2, todos decían que Urano no tiene calor interno”, señaló Amy Simon, científica planetaria del Centro Goddard de la NASA. “Pero ha sido realmente difícil explicar por qué, especialmente en comparación con los otros planetas gigantes”.

Para resolver el misterio, el equipo liderado por Patrick Irwin, físico planetario de la Universidad de Oxford, combinó modelos computacionales avanzados con décadas de observaciones hechas por telescopios terrestres y espaciales, incluido el famoso Hubble. Su objetivo: revisar el balance energético del planeta.

El equipo descubrió que Urano refleja más luz solar de lo que se creía, lo que implica que los cálculos anteriores sobre la energía que emite también estaban equivocados. Con los nuevos modelos, se determinó que Urano emite un 15% más energía de la que recibe del Sol, una diferencia clave que revela la presencia de una fuente interna de calor.

“Nos preguntamos: ‘¿Realmente podría ser que Urano no tenga calor interno?’”, dijo Irwin. “Hicimos muchos cálculos para ver cuánta luz solar refleja Urano y nos dimos cuenta de que en realidad refleja más de lo que se había estimado”.

Aunque esta cantidad de calor es modesta —sobre todo si se compara con la de Neptuno—, el hallazgo obliga a los científicos a repensar la historia térmica del planeta. También abre la puerta a nuevas teorías sobre cómo se formó y evolucionó Urano, un planeta inclinado casi 98 grados sobre su eje y con una atmósfera rica en hidrógeno, helio y metano.

Este avance no solo afecta nuestra comprensión del sistema solar, sino que también puede tener implicaciones más allá: muchos exoplanetas descubiertos fuera del sistema solar son similares en tamaño y composición a Urano, por lo que entender su balance energético puede ayudarnos a descifrar cómo funcionan estos mundos lejanos.

“Ahora tenemos que entender qué significa esa cantidad remanente de calor en Urano, además de obtener mejores mediciones de la misma”, concluyó Amy Simon.

Este descubrimiento, que surge del cruce entre tecnología, observación a largo plazo y curiosidad científica, demuestra una vez más que incluso en los rincones más fríos del sistema solar, aún quedan secretos por descubrir.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *